jueves, 16 de diciembre de 2010

Arquitectura y cine, cine y arquitectura.




Seahaven. 
Una ciudad utópica, una arcadia construída para observar la vida de un hombre.

¿En la realidad? Seaside, en Florida, Estados Unidos. Promovida por Robert S. Davis, y diseñada por el matrimonio de arquitectos Andrew Duany y Elizabeth Plater-Zyberk. Una especie de resort donde familias con niños van a pasar las vacaciones.




Constantemente encontramos muestras de arquitectura en el cine: The Trial (1962) , de Orson Welles, fue rodada en la Gare d’Orsay, en París; y Bernardo Bertolucci grabó como no se había hecho hasta entonces en una casa, el encuentro entre Marlon Brando y María Schneider en el edificio del 26 de la Rue Vavin de Henri Sauvage para la película Ultimo tango a Parigi (1972).




En Hard target (1993), John Woo muestra la Piazza d'Italia que construyó Charles Moore en 1978, siendo usada como morada de indigentes.

Incluso obras de Frank Lloyd Wright aparecen reflejadas en el séptimo arte: Ridley Scott hizo de la casa Yamamura (Japón) la vivienda de un gángster en la película Black Rain (1989), y el protagonista de Blade Runner (1982) vivía en la casa Ennis Brown (Los Angeles).

  

  
Sin ir tan lejos, la película Das Parfum (2006), del director Tom Tykwer, y basada en la novela de Patrick Süskind, es muestra de la arquitectura de la cuidad de Barcelona, en concreto, del Barrio Gótico y el Pueblo Español (Plaza Mayor).
Y así, como estos, existen muchos otros ejemplos.




Paul Chemetov, arquitecto francés,  dijo: "el cine culturalmente hablando aporta a la arquitectura una nueva mirada, porque la arquitectura también se nutre de miradas y se renueva por la mirada, el conocimiento y la apreciación visual de las cosas" .

Es la arquitectura formando parte de la vida de personajes ficticios, renovándose, siendo utilizada como escenario de historias apasionantes. Pero sólo a tiempo parcial. Antes y después, es el mundo real el que vive de ella y en ella.




"Y por si no nos vemos… Buenos días, buenas tardes y buenas noches".

3 comentarios:

  1. La entrada habla de un tema muy extenso y sobre el que vale la pena debatir. Es una gran verdad que cine y arquitectura están estrechamente ligados y que, a lo largo de la historia, se han influido entre si. Una pregunta que deberíamos hacernos como futuros arquitectos es, ¿de que forma se influyen ambos? Hemos visto claros ejemplos de cómo el cine retrata la arquitectura existente. O de cómo crea auténticos mundos virtuales futuristas, o incluso pasados, donde la arquitectura se crea, se reinventa o se reinterpreta de diversas formas. Esto se pone de manifiesto de una forma muy intensa en la ciencia ficción o en la fantasía. La mayoría de nosotros hemos visto películas como Blade Runner, donde se retrata una arquitectura futurista a través de una reinterpretación de los órdenes clásicos; y de una visión un tanto caótica de la ciudad, en la que conviven el tráfico rodado con el aéreo y en que miles de gigantescos y refulgentes anuncios nos venden constantemente productos a pie de calle. O los mundos futuristas de Star Wars, donde vemos desde ciudades extremadamente ordenadas, dotadas de esbeltos rascacielos y fortalezas de inspiración azteca o con elementos clásicos, hasta mundos primitivos en que los seres viven en cuevas o cabañas, o en ciudades submarinas bajo los lagos. O, por hablar de más superproducciones hollywoodenses (que es lo que la mayoría nos tragamos), el Señor de los Anillos, donde vemos reinterpretaciones del menhir con aires góticos (Barad-dur o Isengard), ciudades que conviven con la naturaleza (como Rivendel), ciudades que reinterpretan el medievo o zonas un tanto primitivas o rurales como La Comarca. Unos lo hacen con mas acierto que otros pero una buena cuestión es ¿hasta que punto las ciudades recreadas en las películas nos influyen como arquitectos, y hasta que punto nuestras obras influyen a los creadores de esos mundos ficticios?

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  2. Por supuesto, ver películas nos puede ayudar a proyectar, respondiendo un poco el final de la entrada de Albert. Coger ideas.

    Los fondos de una película, siento decir, no cobran mucho protagonismo por parte de la mayoría de los espectadores.

    Por lo menos yo de momento no he encontrado a nadie que haya visto Star Wars, por no cambiar de ejemplo, porque le interesa la interpretación de ciudad intergaláctica por parte del departamento de atrezzo de la película.

    Pero, a mi modo de ver, si se hubieran cambiado los fondos en ciertas escenas, muchas partes de las películas habrían perdido el sentido o el sentimiento que se intenta transmitir no estaría bien reflejado.

    Porque nadie se imagina Tristán e Isolda en el Nueva York actual, ni El Señor de los Anillos en pleno Madrid. Ahí está el secreto y la relación de la arquitectura y el cine: aunque los planos de fondo no sean en lo que más se fija la gente, desde luego la películas no serían lo mismo sin la arquitectura que funciona como el proscenio en un teatro romano.

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  3. Como bien apunta Albert, la relación entre cine y arquitectura es un tema muy extenso y sobre el que vale la pena detenerse un momento. Personalmente he realizado algun estudio sobre el tema y, sobretodo, he disfrutado conociendo y re-conociendo arquitecturas en el cine. Entre las últimas películas que he visto, "Origen" ha sido de las que más me ha sorprendido. No sólo por su planteamiento visual, que me ha parecido muy cuidado, sino precisamente por la relación que plantea con la arquitectura. Cuando los protagonistas quieren "construir" el espacio de los sueños recurren a los arquitectos, y resulta muy relevante el proceso que sufre Adriane, la estudiante de arquitectura, cuando descubre su capacidad para generar espacios nuevos aunque sea dentro de una ficción. Realmente, el arquitecto posee esa capacidad, sólo que los límites dentro del sueño los fija él mismo y en la realidad debe jugar tanto con reglas impuestas como con sus propias limitaciones. Os recomiendo el blog de Jorge Gorostiza http://cinearquitecturaciudad.blogspot.com/ para profundizar en el tema de arquitectura y cine y gracias por vuestra propuesta.

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